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Alemania ha permitido legalmente el uso del combustible que será la alternativa al coche eléctrico, el HVO 100. Este combustible produce “cero CO2”, y se puede utilizar en turismos con motores diésel, lo que supondrá alargar la vida de estos vehículos con posterioridad al año 2035.
El país se convierte así en el quinto país de Europa que permite este combustible, tras la aprobación de Bélgica, Finlandia, Suecia y Países Bajos.
Combustible HVO 100
Quédate con el nombre de HVO 100 porque promete ser la alternativa al diésel tradicional y a los coches eléctricos. Este combustible hace referencia a las siglas Hydro-treated Vegetable Oils, es decir, aceites vegetales tratados con hidrógeno, y que ya cumple con la normativa vigente de ser un componente neutro en CO2.
La utilización de este combustible supone un paso más en la sostenibilidad y cuidado del medio ambiente, ya que emite menos partículas y menos NOx si lo comparamos con los combustibles fósiles tradicionales. El número 100 indica la concentración y origen del 100% no fósil, siendo íntegramente puro.
Ventajas del HVO 100
El diésel HVO 100 puede suponer una reducción de hasta un 90% de la emisión de CO2 de un vehículo, cantidad de partículas que emitiría en mayor cantidad con el diésel fósil.
Además, el combustible cuenta con otras ventajas como la reducción de bacterias en el aceite del motor, debido a que no tiene componentes de oxígeno. Asimismo, el índice de cetano que presenta mejora la combustión del componente y reduce el ruido del motor.
Inconvenientes
Uno de los principales inconvenientes de este combustible es que no entra dentro de la normativa EN 590, que te comentamos a continuación, por lo que no puede considerarse gasóleo de automoción.
El filtro de agua de los vehículos diésel habría que revisarlo con más frecuencia, ya que los componentes de este combustible es más ligero e higroscópico, por lo que se llena más rápido.
Un punto negativo del HVO 100 también sería su coste, ya que tiene un precio más elevado que el diésel fósil debido al proceso en su fabricación.
Problema legal con el combustible
El HVO 100 no cuenta con la densidad necesaria que exige la norma EN 590, motivo por el que un principio Alemania había parado la comercialización. No obstante, el combustible diésel HVO sí que se ajusta a la norma EN 15940, por lo que el país ha permitido finalmente el desbloqueo legal.
Esto lo ha impulsado también el hecho de que los motores modernos puedan repostar HVO 100, algo que no ocurre con el biodiesel, que solo está permitido si contiene un 7% de mezcla con el diésel fósil (es la B7 que podemos encontrar en las gasolineras).
Fabricantes de combustible como Neste han afirmado la compatibilidad del HVO 100 con motores diésel modernos.
¿Qué podemos esperar del HVO 100?
El HVO 100, si se acepta ampliamente por otros países de Europa y se adapta a la normativa vigente, puede contribuir a la reducción de dióxido de carbono a la atmósfera para el año 2035, evitando así la transición completa a vehículos con motor eléctrico.
Si este uso se va extendiendo, podría cumplir con la normativa Euro 7, más estricta que la Euro 6 y Euro 5, ya que reduce las emisiones y, por tanto, la contaminación.
No olvidemos que el HVO 100 está compuesto por aceites vegetales usados, lo que también proporciona una economía circular sostenible con el CO2. Este combustible ayudaría a reducir desechos que no tendrían un fin, por lo que de esta forma se captura ese CO2 que apuesta por un uso más sostenible de los combustibles.
En definitiva, la aprobación por parte de Alemania del uso del combustible HVO 100 supone un gran paso para avanzar hacia un mundo más sostenible en lo que a la esfera de motores diésel se refiere, suponiendo así una alternativa viable para aquellos propietarios y propietarias de vehículos diésel.
Esto es una esperanza para que los automóviles y turismos diésel vigentes puedan alargar su vida útil reduciendo la huella de carbono, y cumpliendo así por tanto con las nuevas normativas. Si se acaba extendiendo el uso de esta alternativa de combustión estaríamos ayudando a combatir el cambio climático con una prolongación de los motores de combustión tradicionales.
Recientemente Bruselas planteó una alternativa con los coches de combustión, y Skoda anunció que seguiría fabricando estos motores, por lo que todo parece apuntar a un cambio de manera más progresiva y no completa a los coches eléctricos.
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