El paragolpes es una de las piezas más expuestas del vehículo, ya que su función es absorber los impactos y proteger la estructura del coche, incluyendo los componentes internos. Cuando hay un golpe en el parachoques, muchos conductores se preguntan si se puede reparar o es mejor reemplazarlo por uno nuevo.
Lo más conveniente es sustituir el paragolpes por uno de desguace para ahorrar en costes, y te contamos por qué.
La función del parachoques es proteger
En nuestro blog ya te hablamos de qué materiales están hechos los paragolpes y cómo han ido evolucionando con el tiempo para mejorar su resistencia y la capacidad de recibir impactos.
El principal objetivo de un paragolpes delantero o trasero es que los golpes que demos a nuestro vehículo o que recibamos de terceros nos afecten lo menos posible. Por eso, si te preguntas si es mejor cambiarlo, la respuesta es que sí.
Los productos que se utilizan a veces para arreglar los paragolpes son solo soluciones estéticas, como pinturas especiales, que no garantizan la resistencia con la que fue diseñada la pieza originalmente en su fabricación.
Si has sufrido un golpe importante y el paragolpes está deformado, lo mejor es que lo sustituyas por un paragolpes de desguace, ya que con ello ahorrarás en costes y tu vehículo estará de nuevo como antes del golpe.
Además, con el paragolpes roto es complicado pasar la ITV, ya que es uno de los elementos que se valora en la Inspección Técnica del Vehículo. Si se compromete la seguridad por tener un golpe ya existente o si tenemos un accidente, no podremos circular con el paragolpes roto.
¿Por qué es mejor reemplazar un paragolpes roto?
Cambiar el paragolpes es la mejor opción, ya que de esta forma aseguramos que nuestro vehículo mantenga la seguridad. Estos son algunos de los principales motivos por los que tienes que reemplazar el paragolpes de tu coche:
- Seguridad. Como te comentamos, la seguridad es el principal motivo por el que deberías sustituir el paragolpes roto de tu vehículo. Si tiene grietas o la estructura está dañada no puede absorber los impactos de la misma forma que si está en perfecto estado, por lo que es más peligroso para los ocupantes del vehículo.
- Normativas. Un paragolpes deformado no cumplirá con las regulaciones de seguridad viales, y podrías tener problemas al pasar la ITV o en la circulación. Por ejemplo, si el paragolpes tiene una parte suelta, podría caerse en mitad de la conducción, lo que te pone en peligro y afecta también a los demás conductores.
- Costes. En algunos casos el coste de una reparación del paragolpes puede ser igual o superior al de un paragolpes de segunda mano que esté en perfectas condiciones. Si además esa reparación no está bien hecha o con el tiempo vuelve a romperse con un mínimo golpe, tendrás más costes a largo plazo que cambiando el paragolpes por uno que no tenga daños.
- Apariencia. Si el coche tiene un golpe puede perder su valor de reventa y su apariencia estética.
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Todos los recambios de desguace los revisamos para poder garantizar la calidad del componente, por lo que no tendrás que preocuparte (podrás verlo también en las fotos del producto). Así podrás ahorrar al cambiar la pieza por un paragolpes de desguace en buen estado, sin que ello afecte a la seguridad en la conducción.
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