Cuando un vehículo ha llegado al límite de su vida útil hay que llevarlo a un desguace o Centro Autorizado de Tratamiento de Vehículos (CATV) para poder llevar a cabo su correcto reciclaje. En este proceso no solo se libera espacio y se gestionan los residuos, sino que reduce también el impacto ambiental al dar una segunda vida a las piezas que pueden recuperarse. Aquí te contamos cuándo debe ir un coche al desguace.
Baja y descontaminación
La primera fase del reciclaje de coches es la baja del vehículo en el registro de la Dirección General de Tráfico (DGT). En este momento se emite un certificado de destrucción, asegurando que el coche no se ponga en circulación.
Una vez se ha entregado el coche, se quitan todos los elementos nocivos para el medio ambiente, como los aceites del vehículo, el líquido refrigerante, la batería y otros fluidos, que son gestionados por empresas especializadas.
Despiece y reciclaje de coches
Cuando se ha llevado a cabo esa primera fase, es el momento de desmontar con cuidado las piezas que se encuentran en buen estado, para que puedan aprovecharse en otros vehículos y promover así una economía circular.
En el despiece también se retiran vidrios de ventanas y parabrisas, que posteriormente pueden convertirse en envases de vidrio para alimentos o decoración. Los neumáticos, por ejemplo, se pueden reciclar para construir los típicos suelos que encontramos en los parques infantiles, e incluso los componentes de las ruedas se emplean en la elaboración de césped artificial, muebles o calzado. Para un suelo de este tipo se pueden utilizar 300 neumáticos.
Por su parte, los componentes de las baterías, como los ácidos, el plomo o el plástico pueden destinarse posteriormente para disolver metales o hacer detergentes, o la generación de nuevas baterías con el plomo.
¿Qué se hace con el resto de piezas inservibles?
Cuando ya se ha retirado todo el material y piezas que pueden reciclarse, se compacta el resto del “esqueleto” metálico del coche, con el objetivo de reducir su tamaño y que sea más fácil de transportar. Este material compactado se traslada a empresas de la industria metalúrgica, para fundirlas y reutilizarlas en productos tan comunes como hornos o bicicletas.
Los metales como el plomo, zinc y cobre se separan de elementos de gomas y espumas para convertirse en aluminio para ventanas o cobre para cables. Las espumas y gomas se revalorizan como combustibles, fomentando la sostenibilidad energética.
La normativa europea del reciclaje de coches
De un vehículo se puede reciclar hasta el 95% de sus componentes, lo que reduce eficazmente la gestión de residuos y fomenta una economía circular. Se estima que más de 6 millones de vehículos al año van al desguace en toda Europa, y si se logra la gestión eficiente de todos sus materiales podemos reducir considerablemente nuestra huella en el planeta.
La Comisión Europea pretende que se llegue al 100% del reciclaje de un vehículo, y su última propuesta es que se piense en este hecho desde las primeras fases de fabricación de un automóvil, utilizando piezas y componentes que puedan reciclarse en su totalidad al final de la vida útil de un coche. Esto es muy importante cuando sabemos que un coche tiene unas 60.000 piezas diferentes de 40 materiales distintos, por lo que su reciclaje se hace necesario para evitar acumular desechos nocivos para el medio ambiente.
Nuestro compromiso en Autodesguace Otoniel
Autodesguace Otoniel es un centro autorizado de despiece y gestión de residuos de desguace, y como tal queremos dar a las piezas que estén en buen estado un segundo uso. Es cierto que no es un proceso sencillo, pero es vital para la sostenibilidad ambiental, beneficiando también a la economía.
Si necesitas ayuda con la baja de tu vehículo, los trámites y documentación que necesitas o la búsqueda de piezas y recambios en buen estado, no dudes en consultar nuestro catálogo de productos para encontrar lo que necesitas, garantizando la máxima calidad de nuestros componentes. Contacta con nosotros ante cualquier duda.