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Los coches de hidrógeno son, sin duda, una prueba más de la revolución tecnológica que ha experimentado la industria del automóvil en la última década. Desde los tradicionales motores de combustión interna hacia alternativas más sostenibles y eficientes, los vehículos eléctricos y, ahora, los de hidrógeno, están ganado terreno en el mercado.
Así, Honda y Toyota, dos gigantes del sector, lideran esta transición. Pese a su amplio recorrido en el sector de los vehículos eléctricos, ambas compañías ven limitaciones a esta tecnología y apuestan por los coches de hidrógeno.
Ven en los vehículos eléctricos materiales más costosos (además de escasos) en materia económica, como en el caso de las baterías y un proceso de transporte más pesado y menos eficiente.
La diferencia está en cómo generan la energía
Los coches eléctricos funcionan a través de la electricidad almacenada en una batería y los coches de hidrógeno son una variante de los primeros porque también son eléctricos, pero generan la energía de otra manera.
Una vez acaba la vida útil de estas baterías, surge un nuevo reto: reciclar baterías de coches eléctricos, si bien es cierto que se siguen desarrollando procesos para llevarlo a cabo de la manera más eficiente.
Por su parte, en los coches de hidrógeno que la electricidad como tal no está almacenada en una batería, si no en la llamada pila de combustible y en forma de hidrógeno.
Para que el motor de los coches de hidrógeno funcione, ese hidrógeno almacenado se combina con oxígeno de aire también en la pila de combustible, lo que genera la energía necesaria para que el vehículo se mueva.
Los coches de hidrógeno: una alternativa más sostenible y ecológica
Conscientes de los desafíos a los que se enfrenta a industria del automóvil, las dos compañías japonesas investigan y desarrollan vehículos impulsados por el hidrógeno y, además, están experimentando con diversas aplicaciones como las pilas de combustible (que producen electricidad) o motores de combustión de inyección directa (que utilizan el hidrógeno en formas gaseosas y líquidas).
Es por ello que Toyota y Honda apuestan por el hidrógeno, considerándolo una opción que ofrece más eficiencia y sostenibilidad que los coches eléctricos, sobretodo en sectores como el de la maquinaria industrial y el transporte pesado.
Honda
Es por ello que uno de las investigaciones y experimentos que está llevando a cabo Honda se centra en vehículos comerciales y maquinaria de construcción. Lo hace colaborando con otras empresas del sector para avanzar en esta tecnología del hidrógeno.
El objetivo o enfoque es reducir los costes y que las pilas de combustible duren más tiempo, lo que supondría aún más eficiencia y sería, cuanto menos, revolucionario.
En concreto, la innovación se centra en camiones pesados impulsados por hidrógeno. De hecho, hace algunas semanas un camión de 12 metros de largo empezaba las pruebas en las carreteras de Tokio. Sin emitir carbono, este camión lleva 56kg de hidrógeno y tiene autonomía para recorrer 800 km.
Un proyecto conjunto de Honda y Isuzu Motors, que tienen como objetivo empezar a comercializar este vehículo en 2027, estarán hasta el mes de septiembre realizando pruebas para determinar la facilidad o dificultad de repostar, llevar la carga, etc.
Toyota
Por su parte, el gigante japonés Toyota, explora el uso del hidrógeno en diversas formas, como los motores de inyección directa o el desarrollo de pilas de combustible.
También se está invirtiendo en infraestructura para estaciones de servicio de hidrogeno, ya que es un factor clave para poder adoptar este tipo de tecnología.
Pilas de combustible en camiones y coches de hidrógeno
Las pilas de combustible generan la electricidad a través de una reacción química utilizando hidrógeno y oxígeno del aire como combustible. A diferencia de las baterías de los coches eléctricos, las pilas de combustible no necesitan recargarse ni se agotan mientras tengan suministro de combustible.
Y es aquí, precisamente, donde radica otro de los motivos por los que Honda y Toyota apuestan por los camiones y coches de hidrógeno. A diferencia de los combustibles fósiles, las pilas de combustible gozan de alta eficiencia por la baja emisión de contaminantes.
Además, la pila de combustible ocupa menos espacio que las baterías y tarda menos en cargarlo/repostarlo, ideal para camiones pesados que recorren largas distancias y necesitan espacio para la carga.
Aún queda un camino por recorrer para enfrentar desafíos como el coste, la durabilidad y la necesidad de infraestructura para producir y distribuir el hidrógeno, pero los pronósticos de Toyota y Honda son positivos a este respecto.
Aunque los vehículos eléctricos han sido un pilar en la reducción de emisiones, como Toyota y Honda opinan, la escasez de materiales para las baterías y las limitaciones en autonomía y tiempos de carga presentan obstáculos significativos.
Ambas compañías japonesas buscan tanto liderar el cambio tecnológico como adaptarse a un mercado en constante evolución.
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