Aplazamiento de objetivos de emisiones de fabricantes de automóviles a 2027

El Parlamento Europeo ha dado luz verde a la propuesta de la Comisión Europea de ampliar el plazo que tenían los fabricantes de automóviles para cumplir con sus objetivos de reducción de emisiones de dióxido de carbono (CO2). 

La normativa obliga a cumplir con un objetivo de forma anual de reducción de emisiones de turismos y furgonetas nuevos, midiendo los niveles en períodos de 5 años. Así, se deben reducir en un 15% las emisiones de CO2 desde el año 2025 al 2029 con respecto a los niveles de 2021. 

Con la votación del Parlamento Europeo, que obtuvo 458 votos a favor de la medida, 101 en contra y 14 abstenciones, se aprueba que los fabricantes tengan más posibilidades de compensar sus emisiones en el trienio de 2025, 2026 y 2027, en lugar de medirlas por cada año de forma individual. 

Más facilidades a la industria automovilística 

La Unión Europea no manifestaba la necesidad de una prórroga en la reducción de emisiones, ya que el sector del automóvil tenía conocimiento de esta obligación desde el año 2019. 

Sin embargo, dada la urgencia de cumplir con una reducción del 15% menos respecto a 2021 en este mismo año y la presión de los lobbies del sector automotriz en Bruselas, la Comisión propuso la posibilidad de poder compensar estas emisiones no de forma individual, sino en cómputo con los dos siguientes años, 2026 y 2027, dando así más seguridad a la industria y a los inversores del sector para evitar las posibles sanciones en caso de incumplimiento. 

Esta propuesta se aprobó finalmente por parte de los Veintisiete el pasado 7 de mayo, con la celebración de la decisión de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) y de los fabricantes que presionaban para relajar las medidas. 

Normativa CAFE

La llamada normativa CAFE (Emisiones de Combustible Medias Corporativas) establece así un sistema de créditos en estos tres años, eliminando así las sanciones de forma anual. De esta manera, si un fabricante supera el límite de 93,6 gramos de CO2 por kilómetro, no se le impondrá una multa en 2025, sino que se analizará la media de emisiones entre 2025 y 2027, lo que da más margen a las empresas para ajustar sus niveles. 

Con las nuevas formas de vehículos eléctricos y la necesidad de reducir las emisiones para paliar los efectos del cambio climático, la Unión Europea quería ser más restrictiva en los límites de emisiones, y así lo había establecido recalcando que los fabricantes conocían la obligatoriedad del cumplimiento desde 2019. 

Con esta nueva actualización de la normativa CAFE el límite de 115,1 gramos de CO2 por kilómetro se reduce a 93,6, que estará vigente hasta el año 2029, momento en el que se cumple el siguiente período. A partir de este momento, se reducirá la tasa de emisiones a 49,5 gramos hasta 2035, momento en el que se pretende establecer la política de 0 gramos para terminar con la fabricación de vehículos de gasolina o diésel. Asimismo, se pretende acabar con las prácticas de comprar créditos de emisiones a otras compañías como Tesla o BYD para evitar las multas. 

Aunque muchos fabricantes como Renault han indicado la dificultad de cumplir con los objetivos que fija la Unión Europea, otras marcas como Stellantis no han estado de acuerdo con la prórroga de la normativa, ya que desde 2019 se conocía esta obligatoriedad. También marcas como Volvo, que están invirtiendo importantes cantidades en ofrecer coches eléctricos, creen que esto retrasará la modernización del parque móvil europeo.

El aplazamiento de la reducción de emisiones de CO2 ha traído críticas de los sectores que señalan la importancia de transitar cuanto antes a un modelo de transporte con vehículos eléctricos y combustibles sintéticos. Por su parte, los fabricantes manifiestan la necesidad de proporcionar incentivos y una mayor inversión en infraestructuras aptas para la carga de vehículos eléctricos. 

Según datos de la ACEA, la venta de coches eléctricos ha aumentado en un 45% en el primer trimestre de 2025 respecto a los tres primeros meses de 2024, en una mayor concienciación de los consumidores de adaptarse a los vehículos de cero emisiones y una oferta más amplia por parte de la industria del automóvil.