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¿Cómo funciona un turbocompresor? Partes del turbocompresor

Los turbocompresores son piezas fundamentales para mejorar el funcionamiento y el rendimiento del motor de un vehículo, y sobre todo en esos coches que ofrecen una mayor potencia, todo ello sin que aumente el consumo de combustible. 

En este artículo hablaremos de qué es y cómo funciona un turbocompresor, así como las principales partes de esta pieza. 

¿Qué es un turbocompresor?

Un turbo o turbocompresor es una pieza que forma parte del motor de combustión interna de un vehículo, cuya función es aumentar la cantidad de aire y distribuirla para un consumo más eficiente en la cámara de combustión, aumentando así la potencia del motor. Esto hace que el motor produzca más energía sin necesidad de aumentar su tamaño o el consumo de combustible. 

El turbocompresor utiliza los gases del sistema de escape del motor para accionar una turbina que comprime el aire. Este proceso lleva más oxígeno a los cilindros del motor, mejorando así su rendimiento. 

¿Cómo funciona un turbocompresor?

El turbo actúa en diferentes fases: 

  1. Gases de escape. Cuando el motor quema la mezcla de aire y combustible, salen gases de escape a gran velocidad y temperatura por el sistema de escape. 
  2. Turbina. Los gases que se generan y salen se dirigieron hacia una parte del turbocompresor: la turbina. Cuando pasa por las aspas de la turbina, los gases hacen que gire a gran velocidad. 
  3. Compresión del aire. La turbina se conecta con un eje a otro componente del turbo: el compresor. Al girar la turbina provoca a su vez el giro del compresor, que obtiene aire del exterior y lo comprime antes de enviarlo al motor. 
  4. Uso eficiente del combustible. El aire que comprime el compresor vuelve al motor con una mayor cantidad de oxígeno, mejorando así la combustión. Por tanto, el motor genera más potencia con el mismo combustible.
  5. Gestión de gases. Cuando pasan por la turbina, los gases de escape se expulsan en el sistema de escape, y generalmente en los coches más modernos, hacia el convertidor catalítico o catalizador, para reducir las emisiones contaminantes.

Como ves, este proceso hace que el motor tenga más potencia sin que haya necesidad de aumentar el consumo de combustible, gracias a la pieza del turbocompresor, de ahí la importancia de cambiarla si sufres alguna avería.

Partes de un turbocompresor

Ahora que hemos visto el proceso que sigue esta pieza, seguro que comprendes mejor su función con las principales partes de un turbocompresor: 

  • Turbina. Es una pieza clave en este proceso, como hemos visto. Es el componente que se acciona por los gases de escape del motor, que pasan por sus aspas para que comience a girar a grandes velocidades. 
  • Carcasa del compresor. Esta carcasa contiene la rueda del compresor, y permite la entrada de aire y la posterior compresión antes de mandarlo al motor. 
  • Compresor. Se ubica en el lado de la admisión del aire. El compresor succiona aire del exterior y lo comprime para aumentar la cantidad de oxígeno que se manda a los cilindros del motor. 
  • Eje de conexión. Este eje conecta la turbina con el compresor. De esta forma, cuando la turbina gira, el movimiento pasa al compresor. 
  • Válvula de descarga o wastegate. La válvula de descarga es un elemento importante del que no hemos hablado en el funcionamiento del turbo. Esta pieza se encarga de regular la cantidad de gases de escape que llegan a la turbina, de forma que no sobrecarguen el sistema de admisión. Si se alcanza una presión superior a los valores preestablecidos, la válvula de descarga se abre para liberar los gases que sobran. 
  • Intercooler. Este componente no es una parte del turbocompresor como tal, pero el intercooler es una pieza adicional que enfría el aire comprimido antes de que entre al motor. Así, la pieza enfría el aire para que pueda entrar mejor el oxígeno en el proceso de combustión. 

Importancia del turbocompresor y su mantenimiento

Esperamos que este artículo te haya ayudado a entender mejor la importancia de los turbocompresores en un vehículo diésel o gasolina. Por su función de trabajar con altas temperaturas y presiones, el desgaste y las averías del turbocompresor son normales con el paso del tiempo. Podrás notarlo si experimentas una pérdida de potencia en el motor, humo en exceso por el tubo de escape o ruidos poco habituales al acelerar. 

Es recomendable tener el sistema de escape y lubricación del motor en buen estado para proteger los demás componentes y evitar daños más costosos por el sobrecalentamiento de las piezas. 

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Todas las piezas las revisamos para garantizar su funcionamiento. No dudes en contactarnos si necesitas asesoramiento o tienes alguna duda. 

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